Diario Hoy Barquisimeto
miércoles, 26 de julio de 2017
viernes, 21 de julio de 2017
Gordo
GORDO
Nos reunimos en el taller, hablamos
cosas cotidianas, palabras cargadas de esa complicidad de hombres tan nuestra, tratando
de alejar la tristeza con palabras que se parecieran más a un “nos vemos muy
pronto” pero que, tarde o temprano, aparecen entre los que se van de viaje. No
es sencillo despedir a quien amas. No es fácil tener que decirle a tu hijo
mayor “cuídate mucho, Dios te cuide y te acompañe. Nos comunicamos por Whatsapp o Line…
Para
mí siempre será “El Gordo”, a pesar de que ya está en los 30’ y no está nada
gordo. Quiere tanto a Venezuela como yo; sin embargo, el país se hizo cada vez más difícil, plagado de
riesgos en sus calles y carreteras. Del que se fue, sin conocerlo como lo hice yo
en mejores tiempos. No es justo que la juventud se les vaya entre el miedo,
amenazas, la muerte, pobreza o escasez. Buscan
un futuro más próspero. Venezuela está asfixiando sus ilusiones. Mi muchacho se
fue del país; al igual que los hijos de quienes, como yo, hoy nos quedamos sin su
compañía.
Tal vez, su partida y la de otros
venezolanos que se han marchado sea momentánea. Y que el arraigo no desaparece
al llegar a otras tierras. Esperando que un día regresen para ayudar a
reconstruir nuestra patria la cual fue secuestrada por una banda de resentidos
con pensamientos políticos desfasados,
probados y fracasados en otras partes del mundo.
Son legiones de compatriotas que hoy viven en
otras naciones que, a lo mejor, pronto regresarán cargados de nuevas experiencias y prosperidad
para replicar lo que aprendieron y lograr ayudar a resurgir nuestro maltratado
país, y como dice el viejo refrán “no
hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” falta poco.
Lo abracé muy fuerte y le besé,
antes de que abordara el carro. Las palabras que no nos dijimos, desde el fondo
de mi alma le agradecía por su entrega a la familia. Por su corazón amplio y
lleno de esperanza, de ideales, por su don de gente, rectitud y valores que
aprendiste en casa.
Estoy
muy agradecido, hijo de mi alma, estaré contigo, a tu lado siempre, hasta el
final de mis días, en tus alegrías y tus tristezas. Aquí estaré. Yo me encargo.
@aliprimer